Sumida en su propia confusión;
Inculta, chabacana e ingrata, un pueblo que no ha sabido crecer,
y una ciudad que no sabe ser.
Anónima a momentos, confusa e irracional,
Multicultural y multirracial, y sin identidad…
Perdida, a la deriva en el asfalto. Fétida, literal y figurada.
Déspota. Olvidada y olvidadiza. Poco oferente y más ávara.
Vive de la ilusión. Vela la vista.
Y así, sin verla, la descubres:
Tan carente
Tan vacua
Tan superflua
Tan misera
Que al intentar desarraigarte,
Descubres que nada arraiga…
Tan yerma
Tan árida
Tan baldía
Y en un adiós indiferente
Descubres que nunca te importó,
Y que, apática, nunca le importaste.
Decadente y podrida.